lunes, 18 de diciembre de 2006

quiero saber

No me interesa saber a qué te dedicas. Quiero saber qué es lo que añoras Y si te preocupas por soñar o alcanzar lo que tu corazón ansía. No me interesa saber qué edad tienes, Quiero saber si te arriesgarías a parecer un loco por amor, Por tus sueños, por la aventura de estar vivo. No me interesa saber qué planetas están encuadrando tu luna, Quiero saber si has tocado el centro de tu propia pena, Si has estado abierto a las traiciones de la vida, O te has vuelto marchito y cerrado por miedo al sufrimiento. Quiero saber si te puedes sentar con dolor, tuyo o mío, sin moverte para esconderlo, diluírlo o arreglarlo. Quiero saber si puedes estar con alegría, tuya o mía, y si puedes danzar libremente y dejar que el éxtasis te llene hasta las puntas de los dedos de tus manos, de tus pies, sin advertirnos ser cuidadosos, ser realistas o recordando las limitaciones del ser humanos. No me interesa si la historia que me estás contando es verdad, quiero saber si puedes desilusionar a otros por ser sincero contigo mismo, si puedes resistir la acusación de traición y elegir no traicionar a tu propia alma. Quiero saber si puedes ser fiel a ti mismo y por lo tanto confiable. Quiero saber si puedes ver belleza hasta en los días feos, quiero saber si puedes vivir con fallas, tuyas y mías, y todavía pararte en la orilla del lago y gritarle a la luna llena: Sí! No me interesa saber dónde vives, ni cuánto dinero tienes. Quiero saber si puedes pararte después de una noche de pena y desesperación, débil y moreteado hasta los huesos y hacer lo que necesita estar hecho para los niños. No me interesa saber quién eres, ni por qué estás aquí. quiero saber si te puedes parar en el centro del fuego conmigo, sin encogerte… No me interesa dónde, qué, ni con quién has estudiado. Quiero saber si te sostienes desde adentro cuando todo cae a tu alrededor, quiero saber si puedes estar sólo contigo mismo. Y si verdaderamente disfrutas la compañía que mantienes en tus momentos vacíos. ORIAH, soñador de la montaña. Anciano indio. Mayo, 1994.

3 comentarios:

Carina Felice, Photography dijo...

Colette....
estás tan indispensablemente loca y sos lo suficientemente sensible como para abrir esta ventana hacia vos y dejarnos asomar...
te enciendo una varita de sándalo dulce entre tantas letras y me siento cómoda para recorrerlas!!!
Abrazo, amiga!!
:-)

Anónimo dijo...

no se que escribir pero este anciano indio me gusta como escribe ;) un beso colo!!

Anónimo dijo...

cuando no sé que escribir dejo que la letra avance sola...
salutte!