lunes, 6 de julio de 2009

Pregunto me

Aún resuena en la arena el eco de tu advertencia.
Acaso permanecer aquí no sería una perfidia?
Acaso no es tu voz el eco de otras voces?
Acaso callan mis labios un coraje que se desvanece?
Aún resuenan las caricias de la última ráfaga...
Aún podría absorver el último suspiro...
percibir el roce renovado de la piel
abrazar tu sueño con el mío
Acaso las excusas avinagran este vino?
Acaso nos empapa el murmullo de otros besos?
Acaso las ausencias van rompiendo las respuestas a mi paso?
Quién pudiera partir mañana hacia tu isla
encontrar viejas señales que sabemos de memoria
reconocernos mutuamente desde el fondo
Quién pudiera llenar de sol tus amaneceres
reconocerte libre
reconocer tu canto, tu vino dulce, tus incansables manos...
Aún resuena en la arena el eco de tu advertencia
Acaso permanecer aquí no sería una perfidia?
Acaso no es tu voz el eco de otras voces?
Y si no me atrevo... en qué isla habremos naufragado?

M.N.M (María Lucero)

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